LA SORPRENDENTE NUEVA VIDA DEL EX SELECCIONADO RAÚL PALACIOS

COLINA.- Raúl Palacios se levanta todos los días a las 5 AM, agarra el volante y conduce uno de los buses de la empresa Damir que va de Colina a Independencia. A veces los más futboleros lo reconocen y se sorprenden de verlo en ese oficio, sobre todo después de sus pasos por Colo Colo y la Roja. Él no se complica y dice estar feliz.

"En una entrevista del año '99 dije que mi sueño era ser micrero y aquí estoy. Es entretenido, me gusta el contacto con la gente y también sé la responsabilidad que tengo, llevas muchas vidas. Una vez un compañero me dijo 'cuando terminas con la licencia en el bolsillo es porque lo hiciste bien'. Yo he tenido dos accidentes, pero gracias a Dios no hubo gente involucrada. Andamos en calles con mucho tráfico, es agotador, pero estoy contento, tengo una bonita familia y buenos amigos", cuenta.

"¿Si alcancé a invertir lo que gané en el fútbol? Sí, vivo bien. Tengo un jardín infantil en Coquimbo junto a mi señora que es educadora de párvulos y allá también tengo mi casa. Ahora que estoy en Santiago viajo los fines de semana o cada 15 días. Pero más allá del dinero, lo que más me importa es que mis hijos estén sanos. He sido un luchador siempre, me ha costado mucho en la vida y por eso las cosas hay que valorarlas. A veces uno se cae, pero hay que saber levantarse. Ahora me tocó esto y lo tomo con responsabilidad", añade.

En la definición por el tercer lugar de la Copa América del '99, Raúl Palacios anotó el gol de su vida. Recibió del 'Coto' Sierra, se sacó al arquero y anotó el 1-0 parcial. "Fue un golazo. Lo veo siempre, se lo muestro a mis hijos y eso te alimenta. Detrás de ese gol hay un montón de cosas que uno sufrió", rememora. Si bien Chile terminó perdiendo ese partido, su nombre empezó a estar en la órbita de clubes extranjeros.

"Fui elegido el mejor del torneo en mi puesto, tenía un montón de planes, pero después todo quedó en nada. Estaba listo y firmado con el América de México, era un contrato millonario de cinco años, el contrato de mi vida, pero Santiago Morning no me quiso vender. Después tuve opciones de ir a Palmeiras, pero al final contrataron al paraguayo 'Chiqui' Arce. El 'Chago' me ató, me jugó una mala pasada", recuerda.

Al final siguió en el cuadro microbusero, pasó a Colo Colo en el 2000, estuvo en el Racing de Ferrol de España, Colorado Rapids de Estados Unidos y luego pasó varios años en Coquimbo y La Serena. En todos esos clubes tuvo que luchar con el cartel de 'jugador conflictivo'.

"Eso es real, pero es porque siempre iba al choque contra quien sea. Técnico, dirigentes o compañeros. Por ejemplo me gustaba que los juveniles fueran valorados o a veces cuando llegaban extranjeros que no conocía nadie y ganaban más que uno, yo reclamaba, no me quedaba callado. Hoy, con 40 años, me di cuenta que tal vez debí bajar los decibeles", asevera.

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